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domingo, 12 de febrero de 2012

Sumerhill

Solo voy a poner hoy un pensamiento personal porque hay cosas que no me entran en la cabeza. A ver qué os parece a vosotros.

En una asignatura trabajamos en equipo “la escuela nueva”. Hablamos de las escuelas “alternativas” o diferentes que hay en Extremadura y nombramos Paideia en Mérida como ejemplo de eso, de otra forma de hacer escuela. En las reuniones de grupo hablamos de Summerhill, en Inglaterra (http://www.summerhillschool.co.uk/)  por poner en antecedentes a algunas compañeras que no habían oído nunca hablar de nada parecido y parece que todo está bien y se comprende (cada una queda con la opinión personal que quede al respecto luego, claro).

Mientras, en otra asignatura (al mismo tiempo me atrevería a decir) se forman otros grupos y alguna de mis compañeras trabajan el tema de “teorías antiautoritarias”. Para mi sorpresa, todo lo que estaba bien y “era bonito” en nuestro trabajo, ahora ha girado (aún no sé en qué punto pasó) y todo es libertinaje, dejadez con los niños, pasotismo adulto y otros adjetivos que ni recuerdo por lo sorprendida que me quedé. Menos mal que estos trabajos iban por duplicado (cada 2 grupos hacían 1 tema) y las otras que hablaron sobre ello dieron otra visión (más realista en mi opinión). Mi sorpresa es la falta de criterio (o la falsedad, porque a lo mejor ya pensaban así cuando hicimos el otro) y el cambio de rumbo que tomaron en apenas unas semanas. Casi prefiero que pensaran así desde el principio  a que cambiaran de opinión aunque me temo que, simplemente, fue dejadez y en uno pensaron una cosa (guiadas por mí, más bien) y en el otro pensaron otra porque las referencias que encontraron fueron esas. Una pena.

A todo esto, Summerhill me parece una idea de escuela impresionante y su creador , Neill, un pionero e innovador que supo comprender a los niños y niñas que estudiaban allí. Si queréis referencias de un libro inspirador sin duda:


Summerhill de Alexander Sutherland Neill

Sinopsis: Durante más de 50 años, A. S. Neill dirigió en las cercanías de Londres la famosa escuela de Summerhill, fundada en 1921, que se ha distinguido por su interés en la educación progresista, basada en principios fundamentales como la autorregulación de los niños, la necesidad de eliminar los miedos y la coerción en la educación y la importancia del bienestar emocional sobre el desarrollo académico. Neill sostenía que el objetivo de la educación es conducir al hombre a trabajar con alegría y hallar la felicidad, lo cual quiere decir interesarse en la vida y actuar no sólo con el cerebro, sino con toda la personalidad. Las ideas expuestas por Neill en esta obra, que constituye un recuento de sus experiencias al frente de Summerhill, acaso podrán parecer revolucionarias y ajenas a los modelos de educación tradicionales. Sin embargo, Erich Fromm señala en el prólogo: "Con el tiempo, sus ideas serán generalmente admitidas en una sociedad nueva en la que el hombre mismo y su desarrollo sean el fin supremo de todo esfuerzo social".

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