Solo
voy a poner hoy un pensamiento personal porque hay cosas que no me entran en la
cabeza. A ver qué os parece a vosotros.
Summerhill de Alexander Sutherland Neill
En
una asignatura trabajamos en equipo “la escuela nueva”. Hablamos de las
escuelas “alternativas” o diferentes que hay en Extremadura y nombramos Paideia
en Mérida como ejemplo de eso, de otra forma de hacer escuela. En las reuniones
de grupo hablamos de Summerhill, en Inglaterra (http://www.summerhillschool.co.uk/) por poner en antecedentes a algunas
compañeras que no habían oído nunca hablar de nada parecido y parece que todo
está bien y se comprende (cada una queda con la opinión personal que quede al
respecto luego, claro).
Mientras,
en otra asignatura (al mismo tiempo me atrevería a decir) se forman otros
grupos y alguna de mis compañeras trabajan el tema de “teorías
antiautoritarias”. Para mi sorpresa, todo lo que estaba bien y “era bonito” en
nuestro trabajo, ahora ha girado (aún no sé en qué punto pasó) y todo es
libertinaje, dejadez con los niños, pasotismo adulto y otros adjetivos que ni
recuerdo por lo sorprendida que me quedé. Menos mal que estos trabajos iban por
duplicado (cada 2 grupos hacían 1 tema) y las otras que hablaron sobre ello
dieron otra visión (más realista en mi opinión). Mi sorpresa es la falta de
criterio (o la falsedad, porque a lo mejor ya pensaban así cuando hicimos el
otro) y el cambio de rumbo que tomaron en apenas unas semanas. Casi prefiero
que pensaran así desde el principio a
que cambiaran de opinión aunque me temo que, simplemente, fue dejadez y en uno
pensaron una cosa (guiadas por mí, más bien) y en el otro pensaron otra porque
las referencias que encontraron fueron esas. Una pena.
A
todo esto, Summerhill me parece una idea de escuela impresionante y su creador
, Neill, un pionero e innovador que supo comprender a los niños y niñas que
estudiaban allí. Si queréis referencias de un libro inspirador sin duda:
Sinopsis: Durante más de 50 años, A. S. Neill
dirigió en las cercanías de Londres la famosa escuela de Summerhill, fundada en
1921, que se ha distinguido por su interés en la educación progresista, basada
en principios fundamentales como la autorregulación de los niños, la necesidad
de eliminar los miedos y la coerción en la educación y la importancia del
bienestar emocional sobre el desarrollo académico. Neill sostenía que el
objetivo de la educación es conducir al hombre a trabajar con alegría y hallar
la felicidad, lo cual quiere decir interesarse en la vida y actuar no sólo con
el cerebro, sino con toda la personalidad. Las ideas expuestas por Neill en
esta obra, que constituye un recuento de sus experiencias al frente de
Summerhill, acaso podrán parecer revolucionarias y ajenas a los modelos de educación
tradicionales. Sin embargo, Erich Fromm señala en el prólogo: "Con el
tiempo, sus ideas serán generalmente admitidas en una sociedad nueva en la que
el hombre mismo y su desarrollo sean el fin supremo de todo esfuerzo
social".
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