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lunes, 4 de marzo de 2013

Prácticas escolares I

He reflexionado mucho sobre cómo exponer en el blog el tema de las prácticas. No quiero parecer radical, no quiero ofender a nadie, el propósito de este blog era la universidad y Bolonia,... No sé. Tengo muchas dudas. Desde el primer día llevo en un cuaderno un diario de mi experiencia en las prácticas pero tengo pensamientos y críticas muy personales que se quedarán en él sin duda. Aquí expondré las cosas que me parezcan más generales porque, de lo malo malo y después de las primeras semanas y tras compartir diferentes experiencias entre mis compañeras, he tenido suerte. Realmente, he tenido mucha suerte. He hecho buena elección, sin duda.
El colegio donde estoy no es un colegio típico, hiperpoblado, donde apenas nadie se conoce de tanta gente como hay, donde no se puede hacer nada específico con tanto niño por aula ya que la ratio por temas sociales está bien bajita, donde la tutora de prácticas no tiene mil cosas en las que pensar y está relajada con el grupo, en fin. Mi tutora es agradable, simpática, cariñosa con los niños y niñas, nos deja interactuar libremente con los pequeños como parte de nuestro aprendizaje, comparte su conocimiento plenamente con nosotras (somos 2 en prácticas) y parece que los pequeños están encantados con ella. A ver, hay cosas que, lógicamente, no me gusta como lo hace y algunas se podrían mejorar con algunos conocimientos que he adquirido estos años pero estando de prácticas, mejor no hablar más de la cuenta. Nos han enseñado a ser críticas con nuestro aprendizaje pero en este caso, salvo que sea algo grave, todo es a través de nuestra tutora en la universidad. Se supone que no estamos para criticar el sistema sino para aprender. Y tenemos que ser lo suficientemente maduras y claras de pensamiento para saber qué aprendizaje debemos aceptar y cual rechazar. Por que tan importante es saber qué hacer, como qué no hacer. Cuando yo sea maestra algún día haré muchas cosas de otra forma pero también haré algunas como estoy aprendiendo porque me parecen útiles.
El colegio donde estoy no tiene buena fama en mi ciudad porque tiene mucha inmigración y, supuestamente, niños conflictivos porque acogen a familias de la Casa de la Mujer pero en una ciudad tan clasista es lo que esperaba. Una pena. Los niños no tienen la culpa. Y se supone que en un colegio público se debe favorecer la integración y demás. Los hacemos racistas y xenófobos con nuestra actitud de adulto encubierta. Pero ellos lo captan todo. El problema está en el sistema que favorece los colegios concertados ampliando líneas para meter apiñados a los chiquillos en degradación de la escuela pública que es donde deberían centrarse. Quien quiera colegio privado, que lo pague. Pero bueno, esa es otra guerra, jajaja


A mi me gusta este colegio: una línea, desde infantil a 6º de primaria, no llegan a 90 alumnos en total, menos de 15 profesores, es como una gran familia. Casi todos se conocen.
Llevamos algunas semanas y algunas cosas se deberían cambiar pero supongo que están tan establecidas que la innovación es difícil. En concreto he visto un par de cosas como la educación emocional y la resolución de conflictos de la que se cojea bastante, pero todo se podría solucionar con formación. 
De momento, esto es todo. ¡Feliz día a todos!

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