Desarrollo de la percepción y expresión musical

Estoy muy contenta con esta asignatura a pesar de no ser de mis preferidas porque no entiendo ni papa de música. Como soy de la generación de la EGB no tuve música hasta el instituto que cogí una optativa y que no tenía ni examenes ni nada parecido, pero se quedó ahí en la memoria y ya, y tampoco me tocó la generación de la flauta (menos mal), así que eso: cero idea de música. A lo más que llego es a escuchar la radio y la música que me gusta, pero no me hables de pentagramas, notas musicales y no digamos de cantar o tocar algún instrumento. La profesora se ha portado genial, ha sido flexible, cercana, comunicativa y comprensiva. Además se ha adaptado a los requisitos de Bolonia en su trabajo diario y en su evaluación (leer aquí). Las clases de teoría las ha usado para darnos teoría y avanzar temario y los seminarios los ha invertido (correctamente en mi opinión) en el trabajo en equipo y la valoración de las competencias de la asignatura. Si los seminarios duraban hora y media, ella nos ponía un ejercicio del tema correspondiente (voz, instrumentación, danza,...) para trabajarlo durante una hora y la última media para la exposición a la clase. Personalmente, me parece muy práctico y acertado este sistema ya que así dejas como "trabajo para casa" la teoría y aprovechas las horas de clase para la práctica. Agobia mucho menos este sistema que el trabajo en grupos en casa, se ahorra tiempo y disgustos. Muy bien por ella. Entiendo que no todas las asignaturas son aptas para este formato pero sí que muchas podían hacerse de forma similar. Entonces merecerá la pena asistir a las clases obligatorias.
Por cierto, vergüenza cero para esto y muy útil en educación infantil. Me animaré a ponerlo en práctica cuando sea maestra, je, je.